El planeta esta cambiando al igual que el clima, es por eso, que empresas como Avon se han propuesto, entre sus decisiones más relevantes, ser carbono cero a 2030. Determinación que asume a propósito del Día Mundial de Educación Ambiental (enero 26), la multinacional también desarrolla capacitaciones periódicas con colaboradores coherentes con su intención de aportar a la construcción de conciencia ambiental.
Además, como compañía global líder en insumos de belleza y cuidado personal, se ha planteado en el mediano plazo reducir aún más su huella ambiental -que actualmente son 31% más bajas que su línea base de 2005-; y continuar el uso de energía renovable siempre que sea posible hasta llegar al 2030 para que sus operaciones sean cero emisiones.
Esta determinación le da fuerza desde la reciente Conferencia sobre el Cambio Climático de las Naciones Unidas, COP26, marcó unos nuevos retos a los países y organizaciones de cara a los Objetivos 2030, para mitigar los efectos adversos del cambio climático. Las compañías también han ido sumando acciones para encarar un mundo cada vez más exigente en sostenibilidad y cuidado ambiental. Empresas como Avon.
Al interior de la compañía hacen campañas educativas y jornadas de capacitación con sus colaboradores en temas como el manejo integral de residuos solidos, ahorro y uso eficiente de agua y energía-. Tienen además un programa robusto de de reciclaje de todos los desechos de la operación (cartón, plástico, papel) y realizan donación de materiales aprovechables generados en su centro de distribución a una asociación de recicladores de oficio para mejorar sus condiciones y dignificar la labor.
De cara al consumidor, la empresa trabaja en torno a sus embalajes para reducirlo al máximo en sus productos. Para 2030, la meta es que el 100% de los envases sean reciclables, reutilizables o compostables a escala global, plantean tendencia a fórmulas veganas y biodegradables y reiteran el compromiso de cero testeos en animales en todos los productos que mantienen desde hace 30 años.
Avon colabora con organizaciones como Peta, Humane Society International y Frame. Para garantizar la seguridad y eficacia de sus productos sin experimentar con animales, aplican en cambio variados métodos alternativos, como por ejemplo, el uso exhaustivo de pruebas in vitro, modelos informáticos avanzados, pruebas de alergia en voluntarios e incluso piel 3D creada en el laboratorio. Además, el papel que utilizan en su catálogos cuenta con la certificación FSC que garantiza la reforestación de los bosques de donde procede.
Y es en esta rama donde han redoblado esfuerzos, pues la idea es llegar a conectar con los consumidores para explicarles lo relevante de cuidar el ambiente con consumos más inteligentes.
“Hacemos enormes esfuerzos para ser más sostenibles, e iremos comunicando estas decisiones para que nuestros consumidores sean conscientes de la relevancia de cuidar el ambiente, a través de empaques hechos con material reciclado para incidir positivamente en la reducción de la contaminación, por ejemplo”, cuenta Claudia Restrepo, gerente de Sustentabilidad para Avon Hispana.
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