Con formación integral e insumos para dignificar sus oficios, 900 caseteros y pescadores de la ciénaga de Mallorquín y Puerto Mocho serán los guardianes de la Biodiverciudad, a la vez que impulsan sus negocios de manera responsable.
Así lo reafirmaron durante el cierre del proyecto Fortalecimiento de Unidades Productivas, una apuesta de la Alcaldía de Barranquilla para desarrollar y fomentar las capacidades emprendedoras de esta población, a través de herramientas para mejorar su economía familiar y promover la protección del entorno donde desarrollan sus actividades económicas.
Desde el Centro de Oportunidades, con la operación de la Fundación Santo Domingo, “venimos acompañando a 20 asociaciones de pescadores de la ciénaga de Mallorquín y a 15 caseteros y sus familias de las playas de Puerto Mocho, en el marco de una estrategia para fortalecer sus capacidades, innovación de productos y asumir grandes retos en este proyecto que se avecina para la ciudad”, dijo Óscar Peñuela, jefe de la Oficina de Inclusión y Desarrollo Productivo de la Secretaría de Desarrollo Económico.
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