En el gobierno de Petro, el panorama de los subsidios de vivienda, "Mi Casa Ya", quedó con los crespos hechos; hasta el momento está estancado y el proceso cambio dastricamente. Ahora los beneficiarios, estarán tratados bajo el nuevo enfoque propuesto por la actual administración, que establece que los hogares postulados deberán contar con la encuesta Sisbén IV y tener una clasificación entre A1 y D20.
Ante esta nueva propuesta, el Dane a dado a conocer que, en 2022 hubo una disminución del 30,23% en los desembolsos para la adquisición de vivienda usada y una disminución del 19,16% para la adquisición de vivienda nueva.
Por eso, se destaca que la compra y venta de vivienda usada tiene una menor participación de intermediarios financieros y se realiza con menos crédito hipotecario en comparación con la vivienda nueva. Esto, en parte, amortigua el impacto negativo de las altas tasas de interés actuales y se debe a que los inversores buscan proteger su poder adquisitivo, ya que la inversión en bienes raíces ha demostrado ser una opción segura y estable a lo largo de los años, según lo señalado por la líder del gremio de agentes inmobiliarios con más de 10.500 miembros en el país.
Esto se debe en parte a la asignación de subsidios para la compra de vivienda nueva. La disminución en la compra de vivienda se debe a la pérdida de poder adquisitivo de las familias, las altas tasas de interés y los ajustes a los subsidios de VIS por falta de presupuesto.
Sin embargo, la dificultad de comprar vivienda nueva, hace que aumente la demanda de vivienda usada debido a precios más bajos, áreas más grandes y más opciones de ubicación. Además, la disponibilidad inmediata de vivienda usada es un respiro para las familias que no tienen que pagar cuota y arriendo al mismo tiempo. También hay una alta demanda de viviendas para alquilar debido a la posibilidad de trabajo remoto y el regreso a las ciudades natales.
En Antioquia, el sector inmobiliario ha crecido un 3,3% y las ventas de viviendas usadas han aumentado en un 1%. Los expertos recomiendan culminar más viviendas nuevas para dinamizar el mercado, ya que un 25% de lo nuevo se destina a alquiler.
Es importante recordar que por cada dos a tres viviendas usadas vendidas se impulsa la compra de una vivienda nueva. Por lo tanto, la política de vivienda requiere un mix de soluciones entre el mercado del usado y de la nueva para reducir el déficit habitacional y bajar la presión en los arriendos.
Se recomienda al Gobierno Nacional impulsar el subsidio de arrendamiento para estimular la vivienda usada como mecanismo para incrementar el stock disponible de vivienda en arrendamiento para atender la alta demanda en los estratos 1, 2 y 3.
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