La administración Imparable del alcalde, Jaime Pumarejo, cumplió con lo prometido en continuar canalizando los arroyos en Barranquilla. En estos 4 años, se adecuaron 8,3 kilometros, dónde se intervinieron el arroyo Hospital, Felicidad II, El Salao II, entre otros afluentes que perturbaban la tranquilidad de los ciudadanos.
Los más felices con las intervenciones son los habitantes de los barrios impactados, como es el caso de Rafael San Juan Gómez, del barrio Lucero, quien asegura que la comunidad siente gratitud y “orgullo con el alcalde Pumarejo por hacer realidad la canalización de este arroyo que tantas vidas se llevó, muchas personas y carros”.
Rafael cuenta que él y sus vecinos asumían la labor de rescatistas cuando las escorrentías del arroyo Felicidad llevaban a su paso personas y vehículos. “Ayudábamos a salir a la gente porque esto era tremendo, pero gracias a la Administración de Pumarejo es una realidad. Hoy nos da un parte de tranquilidad a todos los habitantes de esta calle y sobre todo que nuestras casas se valorizan”.
Para el mandatario distrital, la importancia de estas obras es que “salvan vidas y les aporta seguridad a sus habitantes, nuevas vías y la recuperación del espacio público para el uso de todos los ciudadanos”.
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