El gobernador del Atlántico, Eduardo Verano de la Rosa, anunció la creación de una mesa técnica permanente para evaluar periódicamente la situación en la vereda. Además, se acordó llevar a cabo una nueva batimetría para determinar con precisión el nivel del río en esta zona.
Adicionalmente, el mandatario solicitó la recolección de información histórica y actual de las batimetrías que se han realizado a la altura de Caimital, Malambo.
"En este momento la tendencia del río Magdalena es entrar hacia Malambo por la zona de Caimital, lo cual nos va a producir, evidentemente, una serie de problemas de erosión y también de pérdida del canal de comunicación de las 60 familias que habitan en ese sector. Entonces dejaremos de manera permanente esta mesa técnica con autoridades como Cormagalena, CRA, Alcaldía de Malambo y Gobernación del Atlántico", precisó.
"En la nueva reunión técnica se deberá tomar decisiones conjuntamente con el sector privado que tiene construida una serie de talanqueras que podrían impedir la salida del agua en caso de que llegue a entrar", explicó Verano.
Nelson Oquendo, subsecretario de Atención y Prevención de Desastres del Atlántico, añadió que tras la instalación del Comité Técnico situación Caimital, se estableció que además de los empresarios en Malambo, asistirán los transportadores fluviales y toda la red de emergencias del Atlántico.
"Por instrucción del gobernador del Atlántico se solicitó de igual forma la presencia de Cormagdalena en la reunión de este jueves con las demás autoridades", expresó Oquendo.
La alcaldesa de Malambo, Yenis Orozco, aseveró que el riesgo por la erosión fluvial no solo afectaría a Malambo, sino Soledad y Sabangrande.
"Por eso hago el llamado para que en estas mesas técnicas se tomen las mejores decisiones y acciones pertinentes. La primera de ellas, es la de ordenar la batimetría con expertos con el objetivo de unificar criterios que le brinden solución a las familias que residen en este sector.
Augusto Rivero, secretario de Gobierno de Malambo, aseguró que esta socavación dejó como resultado el derrumbe de algunas viviendas, entre otras afectaciones a muchas familias campesinas de este sector.
“Por esta situación se hizo necesario declarar la calamidad pública para que, mediante la Gobernación del Atlántico, podamos gestionar, ante la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres - UNGRD, los recursos necesarios para subsanar toda esta problemática y riesgo inminente que se presenta en Caimital”, explicó el funcionario.
Es de anotar que tras la declaratoria de calamidad pública en la vereda Caimital se informó que 70 hectáreas han sido atrasadas por el río Magdalena.
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