El disfraz colectivo reflejó la esencia de la Barranquilla de antaño, con colores vibrantes y un concepto que evocó los inicios de esta herencia cultural. Su presencia en la Batalla de Flores no solo destacó por su impacto visual, sino también por la ovación del público y la admiración de expertos en arte y folclor.
Manzu y BVG, conocidos por su capacidad de innovar dentro de las expresiones culturales del país, lograron con este atuendo llevar el Carnaval a otro nivel artístico, reafirmando su compromiso con la cultura y la educación.
El Carnaval de Barranquilla sigue demostrando por qué es la fiesta más importante de Colombia y la segunda más relevante del mundo, donde la creatividad de artistas como Manzu y BVG continúa enriqueciendo el patrimonio cultural de la región.
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