Niños y niñas celebran con amor los 212 años de Barranquilla desde los CDI

 

Foto: Alcaldia de Barranquilla

Las 145 unidades de servicio del programa de primera infancia del Distrito de Barranquilla se sumaron con entusiasmo a la celebración de los 212 años de la ciudad, generando espacios llenos de color, alegría y aprendizaje para niñas, niños y sus familias.

Desde los Centros de Desarrollo Infantil (CDI), el cumpleaños de Barranquilla se vive como una oportunidad para fomentar el amor por la ciudad, fortalecer el sentido de pertenencia y construir identidad desde los primeros años de vida.

Cultura, juego y tradición en la primera infancia

Durante toda la semana, los CDI han diseñado experiencias significativas que invitan a los más pequeños a conocer, valorar y disfrutar de su ciudad. A través de actividades lúdicas, artísticas y culturales, los niños han explorado las tradiciones, recetas típicas, personajes históricos y sitios emblemáticos de Barranquilla.

La celebración incluye:

• Creación de recetas tradicionales como la arepa e’ huevo, bollos y dulces típicos.

• Representaciones de lugares icónicos como el río Magdalena, el Malecón o el estadio Metropolitano.

• Reconocimiento de figuras importantes que han marcado la historia local.

• Espacios literarios creativos, donde los niños imaginan y narran historias sobre sus barrios y su ciudad.

 Aprendizaje con identidad

Todo el talento humano que acompaña el proceso de primera infancia ha trabajado en diseñar momentos pedagógicos que integran el arte, la literatura, el juego y la exploración, usando como base los elementos más auténticos de la cultura barranquillera.

Estas actividades no solo despiertan la curiosidad y creatividad en los niños, sino que también siembran raíces de amor y orgullo por su ciudad, promoviendo el respeto por el entorno, la participación comunitaria y la memoria cultural desde edades tempranas.

 Un cumpleaños para recordar

Con estas acciones, los CDI del Distrito siguen apostando por una educación integral que conecta el desarrollo emocional, social y cognitivo con la cultura local. Así, los más pequeños crecen sintiéndose parte de una ciudad que los abraza, los inspira y los hace protagonistas de su historia.

Porque amar a Barranquilla también se aprende desde la infancia.