Ambos, formados en la Universidad del Atlántico, regresaron a la ciudad que los vio nacer y crecer intelectualmente para compartir sus experiencias como historiadores del arte, docentes, curadores y gestores culturales, en diálogo con la exposición Sentipensantes. Obras claves de la colección del MAMB.
El evento fue moderado por la curadora Isabel Cristina Ramírez, quien destacó la importancia simbólica y cultural del reencuentro:
“Es un momento muy especial. Después de más de 60 años, estos dos grandes amigos y referentes del arte vuelven a estar juntos en un encuentro con el arte y la literatura en Barranquilla. Este conversatorio es un homenaje a su historia compartida, a su legado intelectual y a su profundo vínculo con las artes plásticas, la literatura y la ciudad”, expresó.
Una conversación entre memoria, historia y sensibilidad
Álvaro Medina es ampliamente reconocido en Barranquilla y el país por su destacada labor como crítico, curador y autor de libros fundamentales para la historiografía del arte colombiano. Por su parte, Alberto Moreno, radicado hace décadas en Manizales, fue el fundador del Museo de Arte de Caldas, profesor en la Universidad Nacional de Colombia y uno de los promotores más activos de la cultura en el Eje Cafetero.
Durante el conversatorio, ambos compartieron reflexiones sobre su formación en los años sesenta, su paso por espacios creativos como La Cueva —lugar donde forjaron amistades con figuras como Fernando Martínez, Álvaro Cepeda Samudio y Alejandro Obregón—, así como anécdotas que revelan su pasión por el arte y la literatura.
Uno de los momentos más recordados fue el relato de Alberto Moreno sobre la decisión de Álvaro Medina de no graduarse como arquitecto:
“Faltando un mes para terminar la carrera, Álvaro decidió no presentar su proyecto de grado. Él dijo que iba a realizarse como escritor. Aun así, seguimos compartiendo el arte y la vida desde otros espacios. En La Cueva conocí al Mono Martínez, quien le propuso a Obregón pintar el cóndor de la Caja Agraria, y fue él quien me ofreció irme a Bogotá”.
Un homenaje desde la raíz
“Volver al origen” fue más que un conversatorio: fue un acto de memoria y reconocimiento a dos barranquilleros que han aportado significativamente al arte colombiano. Su trabajo ha influido en generaciones de artistas, arquitectos y teóricos, dejando una huella profunda en el campo cultural del país.
Con este evento, el MAMB reafirma su compromiso con el rescate de la historia viva del arte y con la conexión entre generaciones, promoviendo espacios de diálogo entre los grandes maestros y las nuevas voces del pensamiento visual y plástico.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario