Todos sabemos que la alimentación es un factor importante para alcanzar y mantener un Bienestar Óptimo, ya que contribuye aportando calorías y nutrientes que dan energía, ayuda a fortalecer las defensas del organismo, formando, reparando y recuperando células y tejidos, y permitiendo que el cuerpo realice sus procesos metabólicos.
En algunas épocas del año solemos cambiar nuestras rutinas diarias, a través de actividades que nos permitan descansar y salir de la cotidianidad. Muchas personas salen de la ciudad o se desplazan a zonas donde puedan disfrutar de días soleados, del aire puro, la naturaleza y la actividad física. La alimentación y la hidratación son dos aspectos que pueden modificarse de forma crítica; se cambian los horarios en general y se altera el número de comidas que se consumen diariamente.
Estas modificaciones de la rutina pueden ocasionar consumo exagerado de comidas rápidas, azúcares, grasas, refrescos y gaseosas, es decir, alimentos con bajo valor nutricional y alto aporte de calorías poniendo en riesgo el estado de salud y de nutrición, ocasionando aumento de grasa corporal, bajo aporte de vitaminas, minerales, fibra y fitonutrientes, trastornos digestivos e intolerancias.
Además, podemos deshidratarnos por aumento en la sudoración debido a la actividad física, el ejercicio o los deportes al aire libre y a una mayor exposición a los rayos del sol.
Para contrarrestar estas circunstancias y no sufrir los efectos de esos cambios abruptos es importante implementar acciones de precaución que permitan tener un descanso saludable y mantener una buena calidad de vida. A continuación mencionaremos algunas pautas que debemos seguir:
· Consumir una alimentación fraccionada en 5 o 6 tiempos de comida, es decir, desayuno, refrigerio de la mañana, almuerzo, refrigerio de la tarde y cena, para evitar comer en exceso.
· Consumir refrigerios que contengan frutas, vegetales, lácteos bajos en grasa como queso, yogur o kumis descremados, jugos bajos en azúcar, cereales integrales: granolas, panes, galletas.
· Disminuir el consumo de gaseosas, refrescos o bebidas con alto contenido de azúcar.
· Moderar el consumo de alimentos con alto contenido de grasas, como fritos, salsas, cremas, etc.
· Mantener un estado de hidratación adecuado aumentando el consumo de agua, jugos naturales y bebidas bajas en azúcar.
· Tratar de conservar los horarios de alimentación, acorde a las costumbres habituales.
· Controlar el consumo de dulces, golosinas, productos de paquete, comidas rápidas.
· Continuar con el consumo de los productos nutricionales o suplementos dietarios que nos ayuden a llenar el vacío de nutrientes en nuestra alimentación.
Si asumimos actitudes de auto cuidado podremos mantener un Bienestar Óptimo durante todas las épocas del año.


No hay comentarios.:
Publicar un comentario