La pandemia afecto a muchos en el comercio, sin embargo, la línea de fragancias crece pese a este flagelo. Para la perfumería el segmento más relevante y competitivo es el femenino, el cual representa más de la mitad del gasto en perfumes que se comercializan en Colombia. Sus ventas se elevan significativamente en temporadas y fechas especiales como San Valentín, Día de la mujer, mes de las madres, día del padre, navidad, entre otras.
“En 2021 logramos un excelente resultado con un crecimiento de 22% en comparación con el 2020, este es un resultado muy importante en especial en un mercado que en general se contrajo de manera importante por la coyuntura de pandemia.” Menciona Priscilla Barbosa, Gerente de Marketing de Natura Colombia.
Por lo anterior, las marcas de perfumería trabajan constantemente en el desarrollo e innovación de productos, para poder atender a una audiencia cada vez más amplia, diversa y más exigente. Por esto, las marcas de fragancias trabajan en crear fórmulas originales, que estimulen algunos estados emocionales a través del olfato y que sean prácticos de llevar, entre otras características importantes.
De acuerdo con Priscilla Barbosa “La categoría de perfumería, se está enfocando en ofrecer opciones creativas, sustentables en sus envases, componentes y presentaciones. Asimismo, en comunicar una narrativa mucho más incluyente, diversa y directa hacia un público joven que también le gusta explorar nuevas fragancias de manera responsable con sus creencias e ideas”.
Sin duda, una de las innovaciones recientes en la categoría de los perfumes, son las fragancias sólidas o en barra, entre sus ventajas, según Verónica Kato, perfumista de Natura están la Fijación: el perfume en barra, por sus aceites, hidrata más la piel y aumenta la fijación del aroma, Portable: Fácil de llevar en el maletín cartera, bolsillo, Delicados con la piel: La mayoría de estas fragancias en barra no contiene alcohol, por lo que son más puras e ideales para las pieles sensibles.
Otra tendencia en auge es la “Identity Traders” o el on y el off (encendido y apagado), lo cual se resume en la relación entre estar conectados y desconectados. Esta es una realidad que se ha acentuado con la pandemia ya que cada vez estamos más conectados en las redes sociales, celulares, computadores, plataformas de streaming etc, pero a la vez nuestra mente también necesita ciertos tiempos de desconexión.
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