La variabilidad en los precios puede, en cierta medida, ayudar a los productores a enfrentar situaciones de escasez. Cuando los precios suben, aunque la producción disminuya, los agricultores logran vender menos unidades a un precio más alto, lo que les permite reducir la caída en sus ingresos. Esta respuesta del mercado actúa como un mecanismo de amortiguación frente a las dificultades que enfrentan en temporadas de sequía.
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Docentes, José Luís Ramos y Andrés Vargas, Economía de Uninorte. |
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