La caminata, organizada por la FUNDACIÓN JUNTOS POR LA VIDA, ABRAZANDO ESPERANZAS en conjunto con la Arquidiócesis de Barranquilla y Posgrados Unisimón, entre otras instituciones públicas y privadas, inició en la carrera 46 con calle 53, subió hasta la calle 55, dobló hasta llegar a la carrera 45 y finalmente bajó hasta la calle 53 para concluir en la entrada principal de la Catedral María Reina.
La familia barranquillera se unió como un testimonio vivo de lo que podemos hacer como comunidad cuando trabajamos por un objetivo en común. Con cánticos, aplausos y mucha energía, los caminantes le dijeron sí a la vida y enviaron un fuerte mensaje: el suicidio en un flagelo que nos compete a todos.
“Nos reunimos para caminar con un propósito mayor: para trascender las fronteras y tocar corazones. Hoy alzamos la voz y damos el primer paso uniéndonos al movimiento global del no al suicidio.
Confirmo que hemos dado un paso crucial hacia un cambio real, que comienza en cada uno de nosotros derrumbando muros invisibles que a veces nos separan”, dijo muy emocionada la doctora Maribel Orozco, presidenta de la FUNDACIÓN JUNTOS POR LA VIDA, ABRAZANDO ESPERANZAS.
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