La historia de este disfraz va más allá del brillo y la algarabía que caracteriza al Carnaval. Nació de una tragedia que marcó la memoria de Ismael Escorcia, patriarca de la familia y creador de la figura que ha recorrido generaciones.
La música seguía atrayendo a los vecinos, que poco a poco ocupaban las sillas dispuestas frente a la tarima donde Wilfredo Escorcia hijo del rey Momo contaba la historia de su abuelo Ismael, y en un espacio frente al público, los descabezados bailaban para el disfrute del público, quienes eran testigos de una inauguración cargada de memoria.
"En el Carnaval de Barranquilla salimos todas las generaciones", expresa Wilfredo Escorcia Salas, Rey Momo del 2009, mientras observa con orgullo a sus hijos y nietos prepararse para la fiesta. "Ahora involucramos a vecinos y amigos del barrio El Santuario y El Concord de Malambo para vivir juntos la experiencia del Descabezado".
La apertura de este museo es parte de una iniciativa de la familia ñ, que desde hace algunos años pasaba la idea por su cabeza y en este año 2025, cuando se resalta la imagen del rey Momo en el carnaval, los Escorcia materializan ese sueño que veían lejano.
Después, de la presentación de los Descabezados con el integrante más pequeño de escasos dos años, el Rey Momo, Wilfredo Escorcia junto a su hijo, presentaron un Conversatorio sobre la historia del disfraz y la importancia de crear un museo vivo que cuenta la historia de cuatro generaciones.
La familia Escorcia, con Ismael a la cabeza, se prepara cada año para dar vida a Los Descabezados, un disfraz colectivo que ha logrado trascender el dolor y convertirse en símbolo de resistencia cultural. Hoy, el museo se erige como testimonio de que, incluso en las tragedias, puede nacer la alegría que caracteriza al Carnaval de Barranquilla.
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