La muerte del senador Miguel Uribe Turbay ha generado profunda consternación en todo el país. El dirigente político fue víctima de un atentado el pasado 7 de junio, cuando un sicario adolescente le disparó tres veces, recibiendo dos en la cabeza y uno en la pierna izquierda. Tras el lamentable hecho, fue trasladado de inmediato a la Clínica Fundación Santa Fé.
Durante su hospitalización, Uribe Turbay fue intervenido quirúrgicamente en diferentes ocasiones en procedimiento neuroquirúrgico, intervenciones vascular periférica y una operación en el muslo izquierdo. Aunque los médicos libraron una batalla incansable por estabilizarlo, el último parte médico, emitido el 9 de agosto, advirtió un nuevo episodio de hemorragia en el sistema nervioso central que obligó a intervenciones adicionales. Las complicaciones, lamentablemente, resultaron irreversibles.
La triste noticia fue confirmada por su esposa, María Claudia Tarazona, quien informó a millones de colombianos lo que temían escuchar: el fallecimiento de un líder que marcó la política nacional por su pasión y compromiso. “Gracias por sus oraciones y mensajes. Miguel luchó hasta el final”, expresó conmovida.
El Alcalde de Barranquilla y el Gobernador del Atlántico, lamentan su muerte.
Las voces de dolor y solidaridad no se hicieron esperar. El alcalde de Barranquilla, Alejandro Char, publicó en su cuenta de X:
“Con el corazón roto y destrozado, amanecemos con la triste noticia de la partida de Miguel Uribe, un alma brillante cuya bondad y pasión nos marcaron profundamente. Un abrazo solidario a su esposa, hijos y familiares. Tu legado vivirá siempre en nosotros. Descansa en paz”.
Por su parte, el gobernador del Atlántico, Eduardo Verano, envió un mensaje contra la violencia y el odio que enlutan a Colombia:
“Con gran dolor y desde el fondo de mi corazón lamento el fallecimiento de Miguel Uribe Turbay, toda mi solidaridad con sus familiares y amigos. Que la violencia no se vuelva costumbre, que el dolor y la polarización no nos nublen nuestra sensibilidad, Colombia necesita paz”.
La partida de Miguel Uribe Turbay deja un vacío en el Congreso y en la vida política del país, pero también un llamado urgente a la reconciliación y a rechazar la violencia como forma de resolver diferencias.
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