Barranquilla celebró las velitas con música, pólvora responsable y el ritmo carnavalero que marca la tradición decembrina de la ciudad.
Los barranquilleros celebraron la tradicional Noche de las Velitas con el sello que distingue a la ciudad: ritmo, alegría y sabor a carnaval. Como ya es costumbre, las familias festejaron en las puertas de sus casas, donde las rumbas se extendieron hasta la madrugada para honrar a la Inmaculada Concepción, prendiendo las velitas que refugian su luz con los faroles de colores, convirtiendo todo en una mezcla de fe, música y tradición que marca el inicio de la temporada decembrina.
Aunque las campañas de prevención y normativas han reducido el uso de pólvora, muchos hogares conservan la tradición de manera responsable. En distintos barrios del sur y del norte de la ciudad, el cielo volvió a teñirse de colores, dejando en el aire ese inconfundible olor a pólvora que evoca recuerdos y despertar festivo. La mezcla entre la nostalgia y la alegría creó un escenario cargado de identidad barranquillera.
Durante el amanecer, las emisoras locales reforzaron el ambiente festivo con crossover de merengue, cumbia, salsa y champeta, géneros que enlazan el espíritu navideño con el preludio del Carnaval de Barranquilla, pero de todas las canciones hay una que marca esta fecha, Las Cuatro Fiestas, también del maestro Adolfo Echeverría e interpretada por Nury Borrás, himno que resume las celebraciones que cierran el año y anuncian el carnaval, patrimonio cultural e inmaterial de la humanidad.
Este 2025, a pesar de la prohibición general de la pólvora, Barranquilla vivió un amanecer iluminado. De norte a sur, destellos de luz cruzaron el cielo y encendieron emociones profundas entre quienes crecieron con esta tradición. Así, la ciudad celebró las velitas entre música, nostalgia y un carnaval adelantado que late cada diciembre en el corazón de los barranquilleros.



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