David Wiegman, vicepresidente de Operaciones de Opportunity International : Bueno, hemos implementado un programa que se ha desarrollado en otros lugares durante muchos años, pero nosotros lo hemos llevado a cabo aquí en Colombia, en un entorno urbano, lo cual es poco común, ya que generalmente se realiza en áreas rurales. Trabajamos con personas en extrema pobreza, muchas de las cuales apenas pueden comer una o dos veces al día, y algunas tienen que decidir cuál de sus hijos va a comer. Durante estos 18 meses, hemos acompañado a estas familias, brindándoles apoyo psicosocial, mejoras en su calidad de vida y ayudándoles a obtener educación y desarrollar sus propios emprendimientos.
Hemos trabajado con ellos para identificar lo que pueden hacer, ya sea abrir una escuela de belleza, mejorar una tienda, o cualquier otra cosa. Les enseñamos a hacer un plan de negocios, a gestionar sus proyectos, y a mejorar sus vidas y las de sus familias. Todo esto se hace de manera integral, no solo con dinero, porque el dinero por sí solo no resuelve todo; tiene que ser un enfoque completo y holístico.
Entrevistador: Un aspecto importante es que cada familia desarrolla sus propias iniciativas, lo que genera una gran variedad de proyectos, desde emprendimientos en comida hasta joyería. ¿Podrías hablarnos un poco más sobre cómo se integran estas iniciativas en la comunidad?
David Wiegman: Es fundamental que cada familia tenga la libertad de desarrollar lo que necesita y desea. No imponemos un programa único para todos, porque eso no funcionaría. Cada comunidad necesita diversidad, ya que si todos se dedicaran, por ejemplo, a la belleza, no habría espacio para otros servicios y sería difícil generar ingresos. Trabajamos con ellos para identificar lo que se necesita en su comunidad y los guiamos en la elaboración de un plan de negocio y un estudio de mercado. Ellos aprenden y ejecutan, y nosotros les brindamos apoyo financiero y capacitación en el tipo de negocio que quieren lanzar. Además, les proporcionamos recursos para que puedan mantener a sus familias mientras aprenden, de manera que no tengan que preocuparse por su subsistencia durante este proceso. Es un enfoque holístico en el que no les decimos qué hacer, sino que los ayudamos a descubrir lo que quieren y pueden hacer.
Entrevistador: Hablemos del modelo que están implementando en Colombia y las asociaciones que tienen. ¿Cómo llegó este modelo al país?
David Wiegman: Opportunity International lleva más de 50 años trabajando en Colombia. Somos una ONG internacional que ha ayudado a las personas a tener acceso a servicios financieros, y esto es parte de lo que estamos haciendo aquí. A lo largo de los años, hemos implementado diferentes enfoques, desde préstamos hasta la creación de un banco. Actualmente, nos estamos enfocando en ayudar a las personas con menos recursos, porque creemos que si podemos romper el ciclo de pobreza generacional, habrá un futuro más brillante para los jóvenes y niños de estas familias.
Entrevistador: ¿Cuál es la meta de Opportunity International para los próximos cinco años con estos programas en Colombia?
David Wiegman: Empezamos con un grupo de 250 personas, y queremos expandirnos. Queremos trabajar con departamentos, municipios, ciudades y alcaldías, porque aunque tenemos algunos recursos, no contamos con los mismos que el Estado o las ciudades. Pero lo que sí podemos hacer bien, y lo que estamos haciendo a nivel global, es capacitar a las personas y ayudarlas a transformar sus vidas y las de sus hijos, para que tengan un futuro mejor.
Entrevistador: Hemos notado que la mayoría de los donantes son extranjeros, especialmente de Estados Unidos. ¿Cómo funciona este modelo económico y por qué están haciendo esto?
David Wiegman: En Estados Unidos, trabajamos con una variedad de donantes que tienen una pasión por ayudar a las personas más necesitadas. A nivel global, Opportunity International trabaja en muchos países, y en Colombia, hemos estado por tantos años que hemos logrado construir relaciones sólidas. Este año, hemos traído seis grupos de personas para que vean el trabajo que estamos haciendo, y todos han quedado profundamente impactados. Han visto lo que está ocurriendo aquí y han querido involucrarse, siguiendo el ejemplo del Buen Samaritano: no se preguntan quién necesita ayuda, sino cómo pueden ayudar.
Entrevistador: Finalmente, ¿este programa se está replicando en otras ciudades de Colombia?
David Wiegman: Por el momento, este programa de graduación solo se está implementando en Cartagena, pero nos encantaría replicarlo en otras partes del país. Esto dependerá de los recursos propios y de la colaboración con otras entidades, fundaciones, y gobiernos locales. Es un modelo que ya hemos implementado en otros países como Malawi y Haití, y que traemos con adaptaciones específicas a las necesidades locales.
Entrevista Gina Zabala, presidenta de la Junta Directiva de AGAPE.
Entrevistador: Gina, estamos en Cartagena y este evento es realmente transformador. ¿Podrías contarnos más sobre lo que representa para las 204 familias que participan?
Gina Zabala: Claro, este evento es una oportunidad para transformar vidas, especialmente para estas 204 familias de Cartagena que están saliendo de un cinturón extremo de pobreza y vulnerabilidad. Durante 18 meses, hemos brindado capacitación integral, impartiendo disciplina y enseñándoles a gestionar mejor su vida. Es importante destacar que la mayoría de los participantes, un 95%, son mujeres. Aunque hay algunos hombres en el grupo, todos ellos han demostrado una gran perseverancia y tenacidad.
Entrevistador: ¿En qué consistió esta capacitación integral?
Gina Zabala: Les brindamos capacitación financiera y administrativa, pero también les enseñamos valores fundamentales para vivir mejor y construir una sociedad más fuerte. No solo les entregamos un capital semilla, sino que les enseñamos a utilizarlo de manera efectiva para expandir sus microempresas. En esencia, estamos ofreciendo oportunidades, esperanza y una vida digna. Como dice Dios, "yo he venido para que tengan vida, y vida en abundancia". Queremos que estas personas, que antes no tenían esperanza, alcancen una calidad de vida digna, reconociéndolos como seres humanos valiosos. Esto es un símbolo de que sí podemos, de que estas mujeres y hombres pueden salir de la pobreza extrema con dignidad.
Entrevistador: Parece que el empoderamiento de las mujeres es un aspecto clave.
Gina Zabala: Totalmente. Estamos reconociendo el valor de estas mujeres como seres humanos y demostrando que pueden salir adelante de manera digna y honesta. Al transformar sus vidas, también están transformando las vidas de sus familias y su entorno, que es lo más importante. Desde Opportunity y Ágape Colombia, queremos que ellas se conviertan en agentes de cambio en la sociedad.
Entrevistador: ¿Y qué viene después para estas mujeres?
Gina Zabala: Esta es una gran pregunta porque este proceso no termina aquí. Vamos a continuar con muchas alianzas, tanto con el gobierno local como con la alcaldía. No se trata solo de la capacitación; también las conectamos con redes de educación para sus hijos y les ayudamos a acceder al sistema bancario para que puedan ahorrar y gestionar sus finanzas. Hoy culminan estos 18 meses, pero en realidad, este es solo el comienzo de una gran oportunidad para que estas mujeres y sus familias salgan adelante.
Entrevistador: Es un cambio significativo, ¿verdad?
Gina Zabala: Absolutamente. Ellas se convertirán en personas productivas para la sociedad, dejando atrás la dependencia de ayudas y comenzando a generar sus propios ingresos. Esto les brinda un sentido de utilidad, dignidad y empoderamiento en el mejor sentido de la palabra. No solo están creando un futuro mejor para ellas mismas y sus familias, sino que también están contribuyendo al cambio en la sociedad. Esto es lo que buscamos tanto en Opportunity como en Ágape Colombia: un cambio real y duradero.
Andrea Del Pilar Alvarado Camacho, senior Opportunity International. "Mi función es aportar desde todas las dimensiones y aspectos de mi trabajo para que las comunidades, especialmente niños, niñas, adolescentes y jóvenes, puedan acceder a un entorno donde la educación sea la protagonista. Nuestro objetivo es contribuir a la consolidación de sus proyectos de vida, logrando que nuestro país, nuestras comunidades y ciudades como Barranquilla, Cartagena y Bogotá puedan avanzar en la transformación. Empoderamos a nuestros maestros y directores para que, a través de su labor y rol, puedan desarrollar cambios trascendentales que dejen un legado de transformación en el mundo, utilizando la educación como herramienta clave."
Testimonios
Rosemary Álvarez, que ahora es estilista gracias a este programa Camino de Oportunidades. “Agradecida con Dios porque siempre tuve la oportunidad de ser una persona agradable a la sociedad emprendí con mi trabajo desde los 13 años, hoy en día tengo 38 y cinco niños y a partir de los cinco niños se vuelven la fuerza de mi para yo salir adelante. Yo empecé en realmente. Yo no tenía nada, ahora arreglo cabello y gracias a Dios conocí Camino de Oportunidades y aquí estoy agradecida con todos y con Dios”.
Edinson San Juan, “anteriormente me rebuscaba por ahí Carlos carreteando tierra, cualquier maraña, antes arreglaba un techo, hacía un piso y ahora con el programa este monté una miniempresa está una mini ferretería ahí mismo en mi casa en La Candelaria hace como un año más o menos mal de un año de verdad son programas que tiene seriedad reconoce realmente lo bueno que este programa a mí me ha gustado pero bueno, no me siento contento con lo que estoy ahora mismo ahora oportunidades vendrá”.
Merys del Carmen Carvajal, también hizo parte los graduandos en esta ocasión: “Arreglo uñas, cejas, pestañas, maquillaje, soy venezolana y les digo a las personas que desean salir adelante que no se rindan, que el que persevera alcanza para este propósito, que tengan mucha fe, porque podrán salir adelante y yo soy un ejemplo de eso”.
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