Una prótesis que obedece al cerebro. Un marcapasos que regula el corazón desde dentro. Un reloj que alerta arritmias antes de que el paciente las sienta. Estos son algunos de los avances que la ingeniería biomédica ha puesto al servicio de la vida, y ahora la Universidad del Norte se une a esta revolución con la apertura de su nuevo pregrado en Ingeniería Biomédica, que inicia clases en el segundo semestre del año.
Con un enfoque innovador y altamente interdisciplinario, el programa busca formar profesionales que integren ingeniería, biología y medicina para responder a los retos del sistema de salud en Colombia y el mundo.
“La invención del glucómetro cambió la historia del tratamiento para pacientes con alteraciones de glicemia. Ese es el poder de un dispositivo biomédico”, afirma el profesor Pedro Villalba Amaris, del Departamento de Medicina, y uno de los líderes del programa.
Una alianza entre ingenierías y ciencias de la salud
El pregrado es resultado de un esfuerzo conjunto entre la División de Ingenierías y la División de Ciencias de la Salud de Uninorte. Docentes de todos los departamentos, laboratorios especializados y el Hospital Universidad del Norte forman parte del ecosistema que acompañará al estudiante desde el primer semestre.
“Era el momento de articular esas capacidades en un programa de formación. La pandemia demostró nuestro potencial con el ventilador HopeBreath, desarrollado junto al SENA”, agrega Villalba.
Este ventilador, fabricado con tecnología de corte láser y componentes locales, es un ejemplo del impacto real que puede generar la ingeniería biomédica nacional.
Currículo con visión global y práctica real
Diseñado para completarse en ocho semestres, el plan de estudios incluye asignaturas como:
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Inteligencia artificial aplicada a la salud
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Modelado computacional y minería de datos clínicos
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Impresión 3D de biomodelos
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Dispositivos de rehabilitación y redes de sensores biomédicos
En el último semestre, los estudiantes realizarán prácticas en hospitales o industrias del sector salud. El programa también ofrece oportunidades de doble titulación internacional y pasantías en instituciones aliadas.
“Nuestro egresado entenderá el contexto clínico y tecnológico, y sabrá diseñar soluciones viables y centradas en el paciente”, subraya Villalba.
Investigación, innovación y salud digital
La investigación es transversal en todo el programa. Desde los primeros semestres, los estudiantes se vinculan a semilleros, becas-trabajo y proyectos reales. En el Proyecto Integrador, los futuros ingenieros formulan hipótesis, diseñan prototipos y dan los primeros pasos hacia productos con potencial de mercado.
El profesor Javier Sanjuán, del Departamento de Ingeniería Mecánica, lidera uno de estos desarrollos: un brazo robótico para sillas de ruedas con algoritmos de inteligencia artificial, fabricado con materiales sostenibles y de bajo costo.
Otro proyecto destacado, del profesor José Posada, busca consolidar una base de datos clínica con 15 años de registros del hospital universitario, para investigación en salud digital y desarrollo de herramientas predictivas.
Un futuro conectado a las health-tech
La expansión de la telemedicina, el crecimiento de las startups de tecnología médica y el uso de inteligencia artificial en diagnóstico son solo el comienzo.
“El país aún depende de tecnología importada, pero hay un impulso fuerte hacia dispositivos personalizados y asequibles. El talento que forme este programa será clave para ese futuro”, señala Villalba.
Con esta nueva apuesta académica, la Universidad del Norte responde a los desafíos de una nueva era, formando a quienes diseñarán los dispositivos, algoritmos y soluciones del mañana.
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